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Arcángel San Gabriel
01 Anónimo,
Fecha: 1700-1799
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Arcángel San Gabriel
01 Anónimo,
Autoría desconocida.
No
01 Óleo sobre tela
Sólo ángeles. Iconografía angélica en el arte colonial iberoamericano. Buenos Aires: Museo de Arte Hispanoamericano, 1995.

Museo Fernández Blanco
Argentina
Buenos Aires
Argentina
Buenos Aires
Local

Ángeles
Coro Arcángeles
Gabriel
N/A
N/A


Ángeles
Arcángeles
Corona
Paisaje
Traje colonial
Celeste
Retrato secular y religioso
Sin donante
Ninguna
Inspiración en Nuevo Testamento
Alas
Ángeles
Árbol
Cetro
Corona
Joyas
Manto
Edad: adolescencia-Juventud
Escena: simple
Personaje individual
Personajes: Sagrados


La cultura barroca es gestual. El gesto complementaba la comunicación visual con gestos de oralidad, de modo que las pinturas “hablaban”. La siguiente información trata de reconstruir la cultura gestual quirológica y quironómica a partir de los tratados y de las frecuencias gestuales en la pintura colonial.

2587 anonimo hombre sanchez navarro s.xviii mx copia 00 Objetos en las manos
0862 anonimo sor ana mar%c3%83%c2%ada de san francisco y neve xviii mx copia 01 Posición: de Pie
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Arcángel Gabriel, Fotitude Dei
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No

El arcángel Gabriel fue visto como el anunciador y protector de la virgen durante toda su vida. Mensajero y embajador escogido por Dios, para comunicarle a María el ministerio de la encarnación del verbo eterno en su vientre. En la Religión Católica su culto se inicio en el siglo XIV, considerado como: el Ángel de la anunciación, de la resurrección, de la misericordia, de la muerte y de la redención (toca la trompeta el día del Juicio Final). Es uno de los pocos ángeles que se nombran en la Biblia. En primer lugar, en el Antiguo Testamento en el Libro de Daniel, a quien se le presentó para enseñarle el tiempo en el que el Mesías había de venir al mundo y librar a los hombres con su muerte del yugo del demonio. En el segundo lugar, en el Nuevo Testamento anunciando a Zacarías –que se encontraba incendiando el altar- el nacimiento de su hijo san Juan Bautista. Su nombre es de origen caldeo y fue conocido por los judías desde antes de la cautividad, el cual quiere decir: Dios es mi fortaleza o “Fortitudo Dei”, fortaleza de Dios.