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Catalina de Alejandría
01 Anónimo,
Fecha: 1600-1699
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Catalina de Alejandría
01 Anónimo,
Autoría desconocida.
No
Óleo sobre madera
SCOBRY LEACEY, Dominique. El barroco en Los andes. Quito: Amtex, 2000.

Colección particular
Peru
Lima
Peru
Lima
N/A

Santos
Santas
Mártires mujeres
Catalina
N/A


Marco de flores
Oración
Retrato
Interior
Mujer
Sin definir
Retrato secular y religioso
Sin donante
Ninguna
Martirologio, santoral/Flos sanctorum
Aureola
Rueda arpada
Edad: adolescencia-Juventud
Escena: simple
Género femenino
Personaje individual
Personajes: Sagrados


La cultura barroca es gestual. El gesto complementaba la comunicación visual con gestos de oralidad, de modo que las pinturas “hablaban”. La siguiente información trata de reconstruir la cultura gestual quirológica y quironómica a partir de los tratados y de las frecuencias gestuales en la pintura colonial.

08 ql1 2 972 2 08 QL1 2 oro - Rogar, súplica, misericordia
N/A
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Catalina de Alejandría
0307-01-01
N/A
N/A
No

Se ubica su nacimiento hacia el 290 dentro de una familia noble de Alejandría (Egipto). Los martirologios cuentan que estaba dotada de una gran inteligencia, lo que la puso al nivel de los grandes doctores, poetas y filósofos de su época. Siendo pagana, una noche se le apareció Cristo, lo reconoció y lo aceptó como su esposo bautizándose al poco tiempo. En alguna visista del emperador Maximiliano, ella intentó convertirlo lo que despertó su cólera. Para ponerla a prueba le impuso un debate filosófico con cincuenta sabios a los que trataría de convertir. Catalina lo logró, lo que provocó la ira del Emperador, que hizo ejecutar a los sabios, no sin proponerle antes a Catalina que se casara con uno de ellos, a lo que ella se negó rotundamente. El Emperador ordenó, entonces, que torturaran a Catalina utilizando para ello una máquina que tenía unas ruedas guarnecidas con pinchos. Milagrosamente las ruedas se rompieron al tocar el cuerpo de Catalina. Posteriormente fue decapitada. La leyenda cuenta que su cuerpo fue llevado por ángeles a una cueva en el monte Sinaí, donde fue descubierto por unos monjes. Ver también: http://ec.aciprensa.com/c/catalinaalejandria.htm