5278

Id:5278

No me toques
Tinoco, Juan
Fecha: 1637-1699
Download

18.562947
-98.129883
18.562947
-98.129883

No me toques
Tinoco, Juan
1637-1699
(1617-1699) Juan Tinoco fue un pintor mexicano. Su estilo tenebrista se acerca al de Zurbarán. Sus cuadros eran fundamentalmente religiosos, con una gran precisión en el dibujo y sobrio colorido. Destaca el lienzo Santa Rosalía de la Iglesia de San Agustín y la Batalla Bíblica de la Catedral de Puebla, ciudad en la que desarrolló la mayor parte de su trabajo. Su abundante obra de tema religioso se caracteriza por el dominio del dibujo y la composición, así como por la sobriedad y firmeza de colorido. Destacan Batalla bíblica (catedral de Puebla), Santa Rosalía(iglesia de San Agustín, Puebla), El patrocinio de Nuestra Señora (iglesia de San Agustín) y un Apostolado (Academia de Puebla). Fuente: la web de bografías http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=tinoco-juan
No
01 Óleo sobre tela
PESSCA www.colonialart.org/

Museo Universidad Autónoma de Puebla
Mexico
Puebla
Mexico
Puebla
Mexicana

Cristológico
Ciclo Pasión
Resurrección y glorificacion
Apariciones posteriores
Noli me tangere


Aparición
Cristo
De rodillas
Desnudo
Terrestre / paisaje
Historia Sagrada bíblica y apócrifa
Sin donante
Ninguna
Inspiración en Nuevo Testamento
Aureola
Pala
Túnica roja
Edad: adulto
Escena: simple
Género Masculino/femenino
Personaje colectivo
Personaje: desnudo parcial / total
Personajes: Sagrados


La cultura barroca es gestual. El gesto complementaba la comunicación visual con gestos de oralidad, de modo que las pinturas “hablaban”. La siguiente información trata de reconstruir la cultura gestual quirológica y quironómica a partir de los tratados y de las frecuencias gestuales en la pintura colonial.

23 ql1 4 5177 22b QL1 4 Admiror - Admiración, asombro, Turbación. Expresa alabanza.
2587 anonimo hombre sanchez navarro s.xviii mx copia 00 Objetos en las manos
4729 anonimo catalina flagelandose xviii ar copia 03 Posición: Arrodillado
0862 anonimo sor ana mar%c3%83%c2%ada de san francisco y neve xviii mx copia 01 Posición: de Pie
N/A
N/A
N/A
Cristo
2016-04-18
2016-04-18
2016-04-18
No

María Magdalena
N/A
N/A
N/A
No

Muy pronto la tradición reunió en la persona de María Magdalena tres mujeres que eran nombradas en los Evangelios y que habían acompañado a Jesús en momentos distintos de su vida. En primer lugar, la pecadora anónima que, durante la comida en la casa de Simón el fariseo, inunda de perfumes los pies del señor y después los enjuaga con sus cabellos (Lc, 7, 36-50). En segundo lugar, María de Betania, hermana de Marta y de Lázaro, que recibe a Jesús en su casa y obtiene la resurrección de su hermano. En tercer lugar, María Magdalena curada por Jesús de los demonios que la atormentaban, presente durante la Crucifixión y el Entierro. Al final de la Edad Media y en la época moderna, los teólogos discutieron largamente para saber si en la Magdalena habían tres mujeres o una sola, pero la tradición siguió siendo más fuerte. En lugar de separarla, se le añadió incluso a veces ciertas tradiciones relativas a una cuarta: María Egipciana. Después de la Ascensión de Cristo, con Marta y Lázaro, María Magdalena habría llegado a Provenza, donde los tres habrían convertido a la fe cristiana a multitud de gentes. Después se habrían retirado del mundo para hacer penitencia, en la gruta de Santo Bálsamo, donde vive treinta años. Muere en Aix- en Provence donde los ángeles la han llevado a fin de que recibiera la última comunión. Más tarde sus reliquias se habrían trasladado a Borgoña. Esta historia de María Magdalena no tiene ningún fundamento bíblico ni histórico. Parece que lo forjaron en el siglo XI los monjes de Vézela para explicar y autentificar la presencia de sus reliquias en su iglesia. En la tradición cristina, María Magdalena es efectivamente y ante todo la imagen ejemplar de la pecadora arrepentida y santificada. A esto se debe que sea la patrona de las prostitutas. La Contrarreforma contribuyo a difundir aun más su culto, convirtiendo a María Magdalena en la personificación del sacramento de la penitencia.