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Santa Catalina de Alejandría
01 Anónimo,
Fecha: 1600-1699
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Santa Catalina de Alejandría
01 Anónimo,
Autoría desconocida.
No
01 Óleo sobre tela
RIVERO, José Manuel (coord.). Museo Regional de Querétaro. Dirección de Patrimonio Cultural. México: Gobierno del Estado de Querétaro, 1986.

Museo Regional de Querétaro
Mexico
Querétaro
Mexico
Querétaro
Local

Santos
Santas
Mártires mujeres
Catalina
N/A


Ángeles
Coronación
Querubín
Mujer
Mártir
Rompimiento de gloria
Atadura
Cabeza
Escenario Simbólico
Historia de vida de santos
Sin donante
Ninguna
Martirologio, santoral/Flos sanctorum
Aureola
Cadena
Corona de laurel
Palma del martirio
Edad: adulto
Escena: simple
Género Masculino/femenino
Personaje colectivo
Personaje: contacto corporal
Personaje: desnudo parcial / total
Personajes: sagrados y profanos


La cultura barroca es gestual. El gesto complementaba la comunicación visual con gestos de oralidad, de modo que las pinturas “hablaban”. La siguiente información trata de reconstruir la cultura gestual quirológica y quironómica a partir de los tratados y de las frecuencias gestuales en la pintura colonial.

11907 00 Gesto sin registro
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0862 anonimo sor ana mar%c3%83%c2%ada de san francisco y neve xviii mx copia 01 Posición: de Pie
N/A
N/A
N/A
Ángel
2016-02-17
2016-02-17
2016-02-17
No

Catalina de Alejandría
0307-01-01
N/A
N/A
No

Se ubica su nacimiento hacia el 290 dentro de una familia noble de Alejandría (Egipto). Los martirologios cuentan que estaba dotada de una gran inteligencia, lo que la puso al nivel de los grandes doctores, poetas y filósofos de su época. Siendo pagana, una noche se le apareció Cristo, lo reconoció y lo aceptó como su esposo bautizándose al poco tiempo. En alguna visista del emperador Maximiliano, ella intentó convertirlo lo que despertó su cólera. Para ponerla a prueba le impuso un debate filosófico con cincuenta sabios a los que trataría de convertir. Catalina lo logró, lo que provocó la ira del Emperador, que hizo ejecutar a los sabios, no sin proponerle antes a Catalina que se casara con uno de ellos, a lo que ella se negó rotundamente. El Emperador ordenó, entonces, que torturaran a Catalina utilizando para ello una máquina que tenía unas ruedas guarnecidas con pinchos. Milagrosamente las ruedas se rompieron al tocar el cuerpo de Catalina. Posteriormente fue decapitada. La leyenda cuenta que su cuerpo fue llevado por ángeles a una cueva en el monte Sinaí, donde fue descubierto por unos monjes. Ver también: http://ec.aciprensa.com/c/catalinaalejandria.htm