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Id:2257

Santa Lucía
Prado, Pedro del
Fecha: 1620
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19.671111
-99.182778
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Santa Lucía
Prado, Pedro del
(1603-1620) Prado no había sido identificado o mencionado en ningún documento tanto en México, como en España, hasta fechas recientes en que se encontraron una serie de pinturas firmadas por él en 1620. Diez son las pinturas que componen dos retablos dedicados a la vida de la Virgen y a San Ignacio de Loyola. Los retablos se encuentran en la iglesia parroquial de Santa Bárbara Tlacatempan, México. FUENTE: Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, MOYSSEN, XAVIER, PEDRO A. PRADO, UN PINTOR DEL SIGLO XVII, 1971, vol. X, núm. 40, pp. 43-49
No
Óleo sobre madera
GUTIÉRREZ HACES, Juana. Pintura de los reinos: identidades compartidas: territorios del mundo hispánico, siglos XVI-XVIII, tomo 2. México: Banamex, 2008.

Templo de Santa Bárbara Tlacatempan
Mexico
Cuautitlán
Mexico
Cuautitlán
Mexicana

Santos
Santas
Mártires mujeres
Lucía
N/A


Mujer
Contemplación
Cueva
Oscuridad
Mártir
Terrestre / interior - paisaje
Historia de vida de santos
Sin donante
Ninguna
Martirologio, santoral/Flos sanctorum
Aureola
Bandeja
Ojos
Palma del martirio
Edad: adolescencia-Juventud
Escena: simple
Género femenino
Personaje individual
Personajes: Sagrados


La cultura barroca es gestual. El gesto complementaba la comunicación visual con gestos de oralidad, de modo que las pinturas “hablaban”. La siguiente información trata de reconstruir la cultura gestual quirológica y quironómica a partir de los tratados y de las frecuencias gestuales en la pintura colonial.

2587 anonimo hombre sanchez navarro s.xviii mx copia 00 Objetos en las manos
N/A
N/A
N/A
Lucia, Santa
2016-02-13
2016-02-13
2016-02-13
No

Al parecer Lucía murió en Siracusa, victima de la persecución de Diocleciano, en el año 303. El relato legendario de su vida fue difundido por Santiago de la Vorágine en la Leyenda dorada procedente de las Actas griegas y latinas de su vida. Según estas fuentes, Lucía es una noble muchacha siracusana martirizada el 13 de diciembre, por haber rehusado el matrimonio y distribuido sus bienes a los pobres. Uno de sus pretendientes la denuncia a las autoridades. El juez la condena a ser violada en el lupanar, pero es protegida milagrosamente. Al no poder conseguir que padeciera en la hoguera, finalmente le atraviesan la garganta con una espada.