2207 cristobal de villalpando santa teresa penitente  1675 80 mx

Id:2207

Santa Teresa Penitente
Villalpando, Cristóbal de
Fecha: 1675-1680
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Santa Teresa Penitente
Villalpando, Cristóbal de
1675 - 1714
(n. ca. 1647-f.1714). Nace alrededor de 1647. Contrae matrimonio con María de Mendoza en la ciudad de México. Las primeras obras son del año de 1675, retablo de Huaquechula. En Azcapotzalco, se encuentra otro retablo, de alrededor de 1681. Un año después llega a México para decorar la sacristía de la Catedral Metropolitana entre 1684 y 1686. Para el año que termina los lienzos de la Catedral, el pintor es nombrado veedor a la orden del Virrey, por esta razón obtiene un puesto de mayor jerarquía y responsabilidad al encargarse de aplicar y propiamente observar los exámenes de los nuevos pintores que se iban uniendo al gremio. En 1687 llega a Guadalajara, donde realiza obras para la sacristía de la Catedral de esta ciudad. En 1710 quedan fechadas las últimas obras conocidas de Cristóbal de Villalpando, y fueron realizadas para el colegio jesuita de Tepotzotlán. En 1714 muere. FUENTE: Arte Colonial. Catálogo de Artistas Coloniales.
No
01 Óleo sobre tela
GUTIERREZ HACES, Juana; ANGELES, Pedro, Et Alt. Cristóbal de Villalpando (1649-1714). Catálogo razonado. México: Fondo Cultural Banamex, 1997.

Museo del Carmen
Mexico
México DF
Mexico
México DF
Local

Santos
Santas
Santas Fundadoras de órdenes
Teresa
Escenas de vida


Filacteria
Altar
Cruz
Mortificación
Penitencia
Terrestre / Interior casa-habitación
Historia Sagrada bíblica y apócrifa
Sin donante
Filacteria
Martirologio, santoral/Flos sanctorum
"Misericordias tuas domini in aeternum cantabo"
Altar
Crucifijo
Devoción
Instrumentos de disciplina
Libro
Manto blanco
Oración
Túnica Café
Vela
Velo
Edad: adulto
Escena: compuesta
Género femenino
Personaje colectivo
Personajes: sagrados y profanos


La cultura barroca es gestual. El gesto complementaba la comunicación visual con gestos de oralidad, de modo que las pinturas “hablaban”. La siguiente información trata de reconstruir la cultura gestual quirológica y quironómica a partir de los tratados y de las frecuencias gestuales en la pintura colonial.

2587 anonimo hombre sanchez navarro s.xviii mx copia 00 Objetos en las manos
4729 anonimo catalina flagelandose xviii ar copia 03 Posición: Arrodillado
0862 anonimo sor ana mar%c3%83%c2%ada de san francisco y neve xviii mx copia 01 Posición: de Pie
31 ql2 15 2282 copia 31 QL2 15 Conscienter affirmo (Afirmo mi conciencia) - Afirmar, jurar sin reservas, poner a Dios por testigo.
N/A
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Amor
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No

N/A
Teresa Santa
1582-01-01
1614-01-01
1622-01-01
No

Nacida en Ávila en 1515, Teresa de Jesús, o de Ávila, entró a los dieciocho años en el monasterio carmelita de la Encarnación de Ávila (España); hija de Antonio Cepeda y Beatriz de Ahumada. Realizó grandes actos de penitencia, oración y sacrifico; usaba siempre silicios con los cuales flagelaba su cuerpo, además de hojas de lata, ortigas y llaves. Se interesó fundamentalmente por los historias de los santos mártires, al punto de concertar con su hermano (cuando aún era una niña) para salir de su casa y viajar a África para ser martirizada en nombre de Cristo ante los Moros. Pero cuando habían avanzado en su camino, su tío los encontró y en seguida los hizo regresar, no pudiendo así lograr su cometido. Fue una gran mística, distinguiéndose por sus visiones, éxtasis y elevación de su pensamiento. Logró llevar a cabo la reforma de la orden de las carmelitas descalzas a la que pertenecía y fundar su primer convento reformado en 1562, colocado bajo la invocación de san José en Ávila. Entre los éxtasis y las visiones que describió ella misma en sus obras, figura la Transverberación, o traspaso de su corazón. Este éxtasis tuvo lugar hacia 1559. Un ángel –como lo referencia el texto Duchet-Suchaux y Pastoreau- de la orden de los serafines se le apareció “viole en las manos un dardo de oro largo y al fin de él me pareció tener un poco de fuego; éste me pareció meter por el corazón algunas veces (…) y me dejaba toda abrazada en el amor grande de Dios”. Otra visión célebre es aquella en que una paloma con alas llenas de escamas de nácar comienza a planear sobre su cabeza, la víspera de Pentecostés; al igual que el momento en el que san José y la virgen le ofrecen algunas prendas de vestir. Muchas de estas visiones y otras que aparecen relatas en sus escritos, fueron esenciales para establecer los elementos iconográficos que identifican a santa Teresa.