Santos
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Santos Masculinos
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Fundadores
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Juan de Dios
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N/A
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Corona |
Cristo |
Cruz |
Libro(s) |
Santo |
Biblia |
Cíngulo |
Corona de espinas |
Cristo crucificado |
Crucifijo |
Habito eclesiástico |
Libro |
Tintero |
Edad: adulto |
Escena: simple |
Género masculino |
Personaje individual |
Personajes: Sagrados |
La cultura barroca es gestual. El gesto complementaba la comunicación visual con gestos de oralidad, de modo que las pinturas “hablaban”. La siguiente información trata de reconstruir la cultura gestual quirológica y quironómica a partir de los tratados y de las frecuencias gestuales en la pintura colonial.
00 Objetos en las manos | |
18 QL2 18 Data Fide promitto (Comprometo mi fe) - a pesar de dificultad, confirman compromiso, tregua, promesa. |
Juan de Dios
1550-01-01
N/A
1690-01-01
No
Nace en Portugal en 1495 y muere en Granada, España, en 1550 a los 55 años de edad. Su madre murió cuando él era todavía joven, mientras su padre permaneció como religioso gran parte de su vida en un convento. Trabajo como pastor y fue soldado bajo las órdenes de Carlos V en algunas de sus batallas. La vida militar lo hizo fuerte, resistente y sufrido. Según la tradición, la Virgen María lo salvó de ser ahorcado por el coronel a cargo de la expedición de la cual hacia parte, pues el depósito que cuidaba fue robado por los enemigos; sin embargo, Juan se encomendó con toda su fe a la Madre de Dios y logró que le perdonaran la vida. Después de permanecer algunos años en el ejército, quiso hacer un poco de apostolado y se dedicó a vender estampas y libros religiosos. En uno de sus acostumbrados viajes y cuando iba llegando a la ciudad de Granada, vio a un niñito muy pobre y muy necesitado y se ofreció bondadosamente a ayudarlo. Aquel "pobrecito" era la representación de Jesús Niño, el cual le dijo: "Granada será tu cruz", y desapareció. En esta misma ciudad, estuvo presente en uno de los sermones del misionero San Luis de Ávila y en pleno sermón cuando el predicador hablaba contra la vida de pecado, se arrodillo y empezó a gritar: "Misericordia Señor, que soy un pecador", y salió gritando por las calles, pidiendo perdón a Dios. Se confesó con San Juan de Ávila y le propuso una penitencia muy especial: hacerse el loco para que la gente lo humillara y lo hiciera sufrir. Con este propósito, repartió entre los pobres todo lo que tenía en su pequeña librería, empezó a deambular por las calles de la ciudad pidiendo misericordia a Dios por todos sus pecados. Las personas lo creyeron loco y empezaron a atacarlo a pedradas y golpes. Por tal motivo, permaneció un buen tiempo en el manicomio en donde fue victima de fuertes torturas, lo que lo llevo a plantearse la posibilidad de crear un hospital; en el cual se sanaran primero las heridas del alma y luego las del cuerpo. A su regreso, alquiló una casa vieja y comienzo a recibir a todo tipo de personas: enfermos, mendigos, locos, ancianos, huérfanos y desamparados, que solicitasen su ayuda. Teniendo que pasar por múltiples dificultades (incendios, inundaciones), poco a poco su cuerpo se comenzó a debilitar hasta que murió el 8 de marzo de 1550. |