15653

Id:19652

San Juan de Dios
01 Anónimo,
Fecha: 1500-1599
Download

-12.050737
-77.041626
-12.049394
-77.041626

San Juan de Dios
01 Anónimo,
Autoría desconocida.
No
01 Óleo sobre tela
Catálogo

Museo de Arte religioso y Catedral de Lima
Peru
Lima
Peru
Lima
N/A

Mariología
Advocaciones
Antigua
N/A
N/A


Adoración
Sacerdote
Terrestre / Interior templo
Historia de vida de santos
Sin donante
Ninguna
Martirologio, santoral/Flos sanctorum
Cruz
Niño Jesús
Piedad
Ventana
Virgen con niño
Edad: adulto
Escena: simple
Género masculino
Personaje individual
Personajes: Sagrados


La cultura barroca es gestual. El gesto complementaba la comunicación visual con gestos de oralidad, de modo que las pinturas “hablaban”. La siguiente información trata de reconstruir la cultura gestual quirológica y quironómica a partir de los tratados y de las frecuencias gestuales en la pintura colonial.

2587 anonimo hombre sanchez navarro s.xviii mx copia 00 Objetos en las manos
N/A
N/A
N/A
Juan de Dios
1550-01-01
N/A
1690-01-01
No

Nace en Portugal en 1495 y muere en Granada, España, en 1550 a los 55 años de edad. Su madre murió cuando él era todavía joven, mientras su padre permaneció como religioso gran parte de su vida en un convento. Trabajo como pastor y fue soldado bajo las órdenes de Carlos V en algunas de sus batallas. La vida militar lo hizo fuerte, resistente y sufrido. Según la tradición, la Virgen María lo salvó de ser ahorcado por el coronel a cargo de la expedición de la cual hacia parte, pues el depósito que cuidaba fue robado por los enemigos; sin embargo, Juan se encomendó con toda su fe a la Madre de Dios y logró que le perdonaran la vida. Después de permanecer algunos años en el ejército, quiso hacer un poco de apostolado y se dedicó a vender estampas y libros religiosos. En uno de sus acostumbrados viajes y cuando iba llegando a la ciudad de Granada, vio a un niñito muy pobre y muy necesitado y se ofreció bondadosamente a ayudarlo. Aquel "pobrecito" era la representación de Jesús Niño, el cual le dijo: "Granada será tu cruz", y desapareció. En esta misma ciudad, estuvo presente en uno de los sermones del misionero San Luis de Ávila y en pleno sermón cuando el predicador hablaba contra la vida de pecado, se arrodillo y empezó a gritar: "Misericordia Señor, que soy un pecador", y salió gritando por las calles, pidiendo perdón a Dios. Se confesó con San Juan de Ávila y le propuso una penitencia muy especial: hacerse el loco para que la gente lo humillara y lo hiciera sufrir. Con este propósito, repartió entre los pobres todo lo que tenía en su pequeña librería, empezó a deambular por las calles de la ciudad pidiendo misericordia a Dios por todos sus pecados. Las personas lo creyeron loco y empezaron a atacarlo a pedradas y golpes. Por tal motivo, permaneció un buen tiempo en el manicomio en donde fue victima de fuertes torturas, lo que lo llevo a plantearse la posibilidad de crear un hospital; en el cual se sanaran primero las heridas del alma y luego las del cuerpo. A su regreso, alquiló una casa vieja y comienzo a recibir a todo tipo de personas: enfermos, mendigos, locos, ancianos, huérfanos y desamparados, que solicitasen su ayuda. Teniendo que pasar por múltiples dificultades (incendios, inundaciones), poco a poco su cuerpo se comenzó a debilitar hasta que murió el 8 de marzo de 1550.