18175

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Catalina de Alejandria
01 Anónimo,
Fecha: s.f.
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5.540278
-73.361389
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Catalina de Alejandria
01 Anónimo,
Autoría desconocida.
No
01 Óleo sobre tela
MUÑOZ Mireya. Fundación para la conservación y restauración del patrimonio cultural colombiano. Inventario de bienes muebles. Santa Clara - Tunja.

Iglesia Santa Clara la Real
Colombia
Tunja
Colombia
Tunja
N/A

Santos
Santas
Mártires mujeres
Catalina
N/A


Retrato
Interior
Mujer
Contemplación
Blanco y negro
Mártir
Sin definir
Retrato secular y religioso
Sin donante
Inscripción
Martirologio, santoral/Flos sanctorum
TALINA
Corona
Espada
Libro
Edad: adulto
Escena: simple
Género femenino
Personaje individual
Personajes: Sagrados


La cultura barroca es gestual. El gesto complementaba la comunicación visual con gestos de oralidad, de modo que las pinturas “hablaban”. La siguiente información trata de reconstruir la cultura gestual quirológica y quironómica a partir de los tratados y de las frecuencias gestuales en la pintura colonial.

2587 anonimo hombre sanchez navarro s.xviii mx copia 00 Objetos en las manos
18 ql2 18 data 4483 captura copia 18 QL2 18 Data Fide promitto (Comprometo mi fe) - a pesar de dificultad, confirman compromiso, tregua, promesa.
N/A
N/A
N/A
Catalina de Alejandría
0307-01-01
N/A
N/A
No

Se ubica su nacimiento hacia el 290 dentro de una familia noble de Alejandría (Egipto). Los martirologios cuentan que estaba dotada de una gran inteligencia, lo que la puso al nivel de los grandes doctores, poetas y filósofos de su época. Siendo pagana, una noche se le apareció Cristo, lo reconoció y lo aceptó como su esposo bautizándose al poco tiempo. En alguna visista del emperador Maximiliano, ella intentó convertirlo lo que despertó su cólera. Para ponerla a prueba le impuso un debate filosófico con cincuenta sabios a los que trataría de convertir. Catalina lo logró, lo que provocó la ira del Emperador, que hizo ejecutar a los sabios, no sin proponerle antes a Catalina que se casara con uno de ellos, a lo que ella se negó rotundamente. El Emperador ordenó, entonces, que torturaran a Catalina utilizando para ello una máquina que tenía unas ruedas guarnecidas con pinchos. Milagrosamente las ruedas se rompieron al tocar el cuerpo de Catalina. Posteriormente fue decapitada. La leyenda cuenta que su cuerpo fue llevado por ángeles a una cueva en el monte Sinaí, donde fue descubierto por unos monjes. Ver también: http://ec.aciprensa.com/c/catalinaalejandria.htm