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Catalina de Alejandría
Vargas de Figueroa, Baltasar
Fecha: 1650-1680
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Catalina de Alejandría
Vargas de Figueroa, Baltasar
1650-1667
Nacido hacia 1629, es hijo del pintor Gaspar de Figueroa. Formado en el taller de su padre, hace parte de la tradición de la familia que incia con Baltasar de Figueroa. Su obra es abundante, mayormente religiosas, algunas están firmadas. Muere hacia 1667.
No
01 Óleo sobre tela
RESTREPO. Fernando. Los Figueroa: aproximación a su época y a su pintura. Bogotá: Villegas Editores, 1986.

Iglesia de las Nieves
Colombia
Bogotá
Colombia
Bogotá
Local

Santos
Santas
Mártires mujeres
Catalina
N/A

Santa Catalina de Alejandría, de medio cuerpo, dirige la mirada al frente. Viste túnica café y manto verde brocateado. Sobre la cabeza lleva una corona. En la mano derecha un anillo y una espada. Con la mano izquierda sostiene la palma del martirio. En la esquina inferior derecha se observa una rueda con púas. Marco Formato recto vertical biaxial. Moldura en bandas. Las obras 03.1.001 y 03.1.002 se encuentran adosadas a una tablazón de color rojo, con tres molduras verticales decoradas con lenguetas y una moldura superior saliente.
125 María Cristina Pérez
p

Retrato
Interior
Mujer
Contemplación
Mártir
Sin definir
Retrato secular y religioso
Sin donante
Ninguna
Martirologio, santoral/Flos sanctorum
Anillo
Palma del martirio
Rueda arpada
Edad: adulto
Escena: simple
Género femenino
Personaje individual
Personajes: Sagrados


La cultura barroca es gestual. El gesto complementaba la comunicación visual con gestos de oralidad, de modo que las pinturas “hablaban”. La siguiente información trata de reconstruir la cultura gestual quirológica y quironómica a partir de los tratados y de las frecuencias gestuales en la pintura colonial.

2587 anonimo hombre sanchez navarro s.xviii mx copia 00 Objetos en las manos
N/A
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Catalina de Alejandría
0307-01-01
N/A
N/A
No

Se ubica su nacimiento hacia el 290 dentro de una familia noble de Alejandría (Egipto). Los martirologios cuentan que estaba dotada de una gran inteligencia, lo que la puso al nivel de los grandes doctores, poetas y filósofos de su época. Siendo pagana, una noche se le apareció Cristo, lo reconoció y lo aceptó como su esposo bautizándose al poco tiempo. En alguna visista del emperador Maximiliano, ella intentó convertirlo lo que despertó su cólera. Para ponerla a prueba le impuso un debate filosófico con cincuenta sabios a los que trataría de convertir. Catalina lo logró, lo que provocó la ira del Emperador, que hizo ejecutar a los sabios, no sin proponerle antes a Catalina que se casara con uno de ellos, a lo que ella se negó rotundamente. El Emperador ordenó, entonces, que torturaran a Catalina utilizando para ello una máquina que tenía unas ruedas guarnecidas con pinchos. Milagrosamente las ruedas se rompieron al tocar el cuerpo de Catalina. Posteriormente fue decapitada. La leyenda cuenta que su cuerpo fue llevado por ángeles a una cueva en el monte Sinaí, donde fue descubierto por unos monjes. Ver también: http://ec.aciprensa.com/c/catalinaalejandria.htm