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Agustín Traslado de los restos reliquias de
01 Anónimo,
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Agustín Traslado de los restos reliquias de
01 Anónimo,
Autoría desconocida.
No
01 Óleo sobre tela
MATEUS CORTES, Gustavo. Tesoros de Tunja. El arte de los siglos XVI-XVII-XVIII. Bogotá: Litografía Arco, 1989.

Iglesia San Francisco
Colombia
Tunja
N/A
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Santos
Santos Masculinos
Santos de Iglesia Primitiva
Padres de la Iglesia
Agustín

Representación religiosa del traslado de los restos de San Agustín. En el centro de la composición están los restos del santo que son trasladados en un cofre café llevados por dos religiosos y dos hombres civiles. Al lado derecho, y detrás del cofre, obispos, clérigos y feligreses llevando entre sus manos velas encendidas; al igual que al lado izquierdo se observa un conjunto de clérigos, obispos y niños en dos filas que ingresan a un monasterio ubicado en el fondo. En el centro, y en la parte inferior, una mujer, un niño y un ángel en el suelo sentados observando la escena que se desarrolla. En el fondo, hombres a caballo con armaduras, escudos y lanzas, además del mar con dos barcos a su lado.
María Cristina Pérez

Hombres
Mujeres
Obispo
Reliquia
Santo
Terrestre / Ciudad - poblado
Historia de vida de santos
Sin donante
Ninguna
Invención/representación
Cayado
Mitra
Procesión


La cultura barroca es gestual. El gesto complementaba la comunicación visual con gestos de oralidad, de modo que las pinturas “hablaban”. La siguiente información trata de reconstruir la cultura gestual quirológica y quironómica a partir de los tratados y de las frecuencias gestuales en la pintura colonial.

2587 anonimo hombre sanchez navarro s.xviii mx copia 00 Objetos en las manos
4729 anonimo catalina flagelandose xviii ar copia 03 Posición: Arrodillado
0862 anonimo sor ana mar%c3%83%c2%ada de san francisco y neve xviii mx copia 01 Posición: de Pie
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Agustín
0430-01-01
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No

Nació en Tagaste, cerca de Hipona (Bona- África), el 13 de noviembre de 354, sus padres se llamaban Patricio y Mónica. Desde muy pequeño comienza sus estudios de la lengua latina y griega, teniendo mayor afinidad por la primera que estudió en ciudades como: Tagaste, Madauro y Cartago; no obstante, llevaba una vida desordenada, llena de vicios y malas costumbres, en poca correspondencia con lo que dictaba la moral cristiana de la época. Aproximadamente a los treinta años se dirige a Milán para ocuparse de la cátedra de retórica, en donde conoce a Simpliciano (monje) y a San Ambrosio. El episodio de su conversión tiene lugar en Milán en el 387, tumbado bajo una higuera en el jardín escucha la vos de un niño que le dice: “Tolle, lege” (Toma y lee). Al abrir al azar el libro de las Epístolas de San Pablo que llevaba consigo, lee los versículos 12 y 14 del capítulo 8 de la Epístola de los Romanos: “No viváis en la inmoralidad y en la impureza, sino revestidos de Nuestro Señor Jesucristo”. Se prepara inmediatamente para recibir el bautismo de la mano de San Ambrosio la noche de pascua (sábado) del año 387, con sus amigos Evodio, Adeodato y Alipio. Posteriormente, San Agustín parte con algunos de sus amigos y su madre, quien lo acompañó durante todos sus viajes, hacia África. En el camino de regreso muere su madre en Ostia, por lo que Agustín regresa sólo a su patria convirtiéndose en sacerdote en el año 391 y en obispo de Hipona en el 395. Se dedica a compartir la vida de una comunidad monástica con su clero, hasta el día de su muerte que ocurre en el 430 en Hipona, después de haber escrito la Ciudad de Dios durante el asedio de Hipona por los vándalos. En este punto es importante destacar que San Agustín es considerado como el más importante teólogo de la iglesia católica, conocido principalmente por sus Confesiones que redacta hasta la muerte de su madre.