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Antonio de Padua
Vásquez de Arce y Ceballos, Gregorio
Fecha: 1657-1710
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Antonio de Padua
Vásquez de Arce y Ceballos, Gregorio
1657-1710
(1638-1711) Pintor del siglo XVII, nace en Bogotá y estudia en el colegio jesuita ‘San Bartolomé’ y luego en el ‘Gaspar Núñez’ con los dominicanos. Inició sus lecciones de pintura en el taller de los Figueroa hasta 1658. Su primera obra firmada data de 1657 y tuvo una producción muy activa de temáticas religiosas, las cuales se encuentran en museos e iglesias en Colombia, hasta 1710, cuando enloqueció. En 1701 fue apresado y gran parte de sus obras, 42 encargadas para la Capilla del Sagrario de Bogotá, las termina en la cárcel. Cuando sale se encuentra en gran miseria, enloquece y en 1711 muere. FUENTE: Arte Colonial: Catalogo de artistas coloniales.
No
01 Óleo sobre tela
PIZANO, Roberto. Fernando Restrepo. Gregorio Vásquez de Arce y Cevallos. Bogotá: editorial Siglo dieciséis, 1986

Colección particular
Colombia
Bogotá
Colombia
Bogotá
Local

Santos
Santos Masculinos
Santos de órdenes y tradiciones
Santos Franciscanos
Antonio de Padua

Pintura religiosa en formato vertical, desarrollada en tres planos fundamentalmente. En el primero, al dado derecho, un hombre de cuerpo entero, de rodillas, semiperfil derecho, mirada dirigida hacia arriba. Posee el cabello corto, ojos negros, nariz aguileña y frente amplia; viste un hábito largo con capucha, recogido a la cintura con un cordón que se proyecta hasta el suelo. Sus manos reposan sobre el pecho en posición de oración; asimismo al lado inferior derecho, se encuentra un libro cerrado. Cerca del hombre, al lado derecho, hay un niño de cuerpo entero, de pie sobre una esfera; el cual está de semiperfil izquierdo y tiene la mirada dirigida al hombre que lo acompaña. Posee el cabello corto, los ojos negros, y la frente amplia; lleva puesto un manto que cubre esencialmente parte de su cintura y brazos. Su mano derecha está extendida a la altura del pecho, mientras la izquierda sostiene parte de la túnica que lleva puesta. Dicho personaje está acompañado por ocho ángeles que se distribuyen a su alrededor y parecen introducirse entre las nubes; algunos de los cuales llevan rosas en sus manos. Sobre su cabeza hay varios rayos de luz que se proyectan de forma circular, compuestos además por siete rostros de niños con alas a la altura de su cuello. En el tercero, en la parte superior derecha e izquierda, hay tres ángeles entre un conjunto de nubes. En la derecha uno de los ángeles sostiene una nube, mientras otro deja caer sobre el personaje central unas rosas y lleva en su mano izquierda una azucena. En la izquierda, el tercer ángel tiene sus manos extendidas y flexionadas hacia arriba.
297 María Cristina Pérez

Ángeles
Niño Jesús
Querubines
Santo
Celeste / Terrestre
Historia de vida de santos
Sin donante
Ninguna
Martirologio, santoral/Flos sanctorum
Ángeles
Niño Jesús
Querubín(es)
Vara florida
Edad: adulto
Escena: simple
Género masculino
Personaje colectivo
Personajes: Sagrados
Presencia: niños


La cultura barroca es gestual. El gesto complementaba la comunicación visual con gestos de oralidad, de modo que las pinturas “hablaban”. La siguiente información trata de reconstruir la cultura gestual quirológica y quironómica a partir de los tratados y de las frecuencias gestuales en la pintura colonial.

23a brazo cruzado 23A brazos cruzados
48 qn1 08 16107 copia 48 QN1 08 Rationes profert - Mostrar razones o argumentaciones importantes
4729 anonimo catalina flagelandose xviii ar copia 03 Posición: Arrodillado
0862 anonimo sor ana mar%c3%83%c2%ada de san francisco y neve xviii mx copia 01 Posición: de Pie
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Antonio de Padua
1231-01-01
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No

Nació en Lisboa. Bebió con la leche de su madre la devoción a la Virgen Santísima; y a la edad de 15 años tomó el hábito en el monasterio de canónigos reglares de San Agustín, luego pasó a la religión seráfica, llevado del deseo de convertir a los moros y derramar su sangre por Jesucristo. Viajó por Francia e Italia con el fin de educarse. Eran sus palabras como unas llamas de fuego que abrasaban los corazones , y como Dios las confirmaba con grandes prodigios, fueron innumerables los herejes y pecadores que convirtió en Francia e Italia. Una vez, disputandocon un hereje llamado Bonibilo que negaba la presencia la presencia de Cristo en la Eucarístia, hizo que la mula del hereje, a pesar de haber estado tres días sin comer, dejase la cebada que le ponían delante, para arrodillarse delante del santísimo Sacramento; con este milagro se convirtió Bonibilo, entre otros muchos mas milagros. Murió después de 10 años de servicio apostólico.