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San Joaquín, Santa Ana y la Virgen niña, con Santa Teresa y Santa Bárbara
01 Anónimo,
Fecha: 1700-1799
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San Joaquín, Santa Ana y la Virgen niña, con Santa Teresa y Santa Bárbara
01 Anónimo,
Autoría desconocida.
No
01 Óleo sobre tela
Inventario de bienes culturales muebles de Antioquia.

Colección particular
Colombia
Medellín
Colombia
Medellín
Local

Mariología
Vida de la Virgen
Sagrada familia de la Virgen
San Joaquín, Ana y la Virgen
N/A


Familia
Flores
Monja
Arcángel
Sin definir
Historia de vida de santos
Sin donante
Ninguna
Tradición de la Iglesia
Aureola
Azucenas
Biblia
Pluma
Edad: adulto
Edad: Anciano
Edad: Niñez
Escena: simple
Género Masculino/femenino
Personaje colectivo
Personaje: contacto corporal
Personajes: Sagrados
Presencia: niños


La cultura barroca es gestual. El gesto complementaba la comunicación visual con gestos de oralidad, de modo que las pinturas “hablaban”. La siguiente información trata de reconstruir la cultura gestual quirológica y quironómica a partir de los tratados y de las frecuencias gestuales en la pintura colonial.

2587 anonimo hombre sanchez navarro s.xviii mx copia 00 Objetos en las manos
18 ql2 18 data 4483 captura copia 18 QL2 18 Data Fide promitto (Comprometo mi fe) - a pesar de dificultad, confirman compromiso, tregua, promesa.
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N/A
N/A
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Ana, Santa
2016-02-13
2016-02-13
2016-02-13
No

La tradición cristiana dice que Santa Ana, casada con Joaquín, fue la madre de María y por tanto la abuela de Jesús de Nazaret.
Catalina de Alejandría
0307-01-01
N/A
N/A
No

Se ubica su nacimiento hacia el 290 dentro de una familia noble de Alejandría (Egipto). Los martirologios cuentan que estaba dotada de una gran inteligencia, lo que la puso al nivel de los grandes doctores, poetas y filósofos de su época. Siendo pagana, una noche se le apareció Cristo, lo reconoció y lo aceptó como su esposo bautizándose al poco tiempo. En alguna visista del emperador Maximiliano, ella intentó convertirlo lo que despertó su cólera. Para ponerla a prueba le impuso un debate filosófico con cincuenta sabios a los que trataría de convertir. Catalina lo logró, lo que provocó la ira del Emperador, que hizo ejecutar a los sabios, no sin proponerle antes a Catalina que se casara con uno de ellos, a lo que ella se negó rotundamente. El Emperador ordenó, entonces, que torturaran a Catalina utilizando para ello una máquina que tenía unas ruedas guarnecidas con pinchos. Milagrosamente las ruedas se rompieron al tocar el cuerpo de Catalina. Posteriormente fue decapitada. La leyenda cuenta que su cuerpo fue llevado por ángeles a una cueva en el monte Sinaí, donde fue descubierto por unos monjes. Ver también: http://ec.aciprensa.com/c/catalinaalejandria.htm
Joaquín, San
2016-02-13
2016-02-13
2016-02-13
No

Una antigua tradición del siglo II atribuye los nombres Joaquín y Ana como padres de la Virgen María. El culto a santa Ana se introdujo en la Iglesia oriental en el siglo VI, y pasó a la occidental en el siglo X; el culto a san Joaquín es más reciente. No conocemos conocen más detalles de estos personajes, pues aparecen solamente en el Protoevangelio de Santiago, el Evangelio del Seudo Mateo y en el evangelio de la Natividad de la Virgen. San Joaquín era venerado por los griegos desde muy temprano. En el Occidente su fiesta fue admitida al calendario más tarde, algunas veces el 16 de septiembre, otras el 9 de diciembre. Julius II la puso en el 20 de marzo; más tarde suprimida fue restaurada por Gregorio XV (1622). Clemente XII (1738) la fijó en el Domingo después de la Asunción. Con la reforma del calendario después del Concilio Vat II, San Joaquín se celebra junto con su esposa, Santa Ana, el 26 de Julio.
Teresa Santa
1582-01-01
1614-01-01
1622-01-01
No

Nacida en Ávila en 1515, Teresa de Jesús, o de Ávila, entró a los dieciocho años en el monasterio carmelita de la Encarnación de Ávila (España); hija de Antonio Cepeda y Beatriz de Ahumada. Realizó grandes actos de penitencia, oración y sacrifico; usaba siempre silicios con los cuales flagelaba su cuerpo, además de hojas de lata, ortigas y llaves. Se interesó fundamentalmente por los historias de los santos mártires, al punto de concertar con su hermano (cuando aún era una niña) para salir de su casa y viajar a África para ser martirizada en nombre de Cristo ante los Moros. Pero cuando habían avanzado en su camino, su tío los encontró y en seguida los hizo regresar, no pudiendo así lograr su cometido. Fue una gran mística, distinguiéndose por sus visiones, éxtasis y elevación de su pensamiento. Logró llevar a cabo la reforma de la orden de las carmelitas descalzas a la que pertenecía y fundar su primer convento reformado en 1562, colocado bajo la invocación de san José en Ávila. Entre los éxtasis y las visiones que describió ella misma en sus obras, figura la Transverberación, o traspaso de su corazón. Este éxtasis tuvo lugar hacia 1559. Un ángel –como lo referencia el texto Duchet-Suchaux y Pastoreau- de la orden de los serafines se le apareció “viole en las manos un dardo de oro largo y al fin de él me pareció tener un poco de fuego; éste me pareció meter por el corazón algunas veces (…) y me dejaba toda abrazada en el amor grande de Dios”. Otra visión célebre es aquella en que una paloma con alas llenas de escamas de nácar comienza a planear sobre su cabeza, la víspera de Pentecostés; al igual que el momento en el que san José y la virgen le ofrecen algunas prendas de vestir. Muchas de estas visiones y otras que aparecen relatas en sus escritos, fueron esenciales para establecer los elementos iconográficos que identifican a santa Teresa.