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Alegoría Eucarística con San Pedro y San Pablo Apóstoles
01 Anónimo,
Fecha: 1700-1799
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-98.322572
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Alegoría Eucarística con San Pedro y San Pablo Apóstoles
01 Anónimo,
Autoría desconocida.
No
N/A
www.flickr.com/photos/tachidin/with/14891516763/

Templo del Barrio de San Miguel Tianguisnahuac
Mexico
Cholula
Mexico
Cholula
N/A

Dogma
Sacramentos
Eucaristía
Adoración de Eucaristía
N/A


Alegoría
Ángeles
Corte de santos
Eucaristía
Celeste / Escatológico
Relatos alegóricos
Sin donante
Ninguna
Tradición de la Iglesia
Altar
Custodia
Espada
Hostia
Libro
Llave
Edad: adulto
Edad: Anciano
Escena: compuesta
Género masculino
Personaje colectivo
Personajes: Sagrados


La cultura barroca es gestual. El gesto complementaba la comunicación visual con gestos de oralidad, de modo que las pinturas “hablaban”. La siguiente información trata de reconstruir la cultura gestual quirológica y quironómica a partir de los tratados y de las frecuencias gestuales en la pintura colonial.

2587 anonimo hombre sanchez navarro s.xviii mx copia 00 Objetos en las manos
4406 06 Posición: Otros tipos
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Pablo Apóstol
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Pablo después de Jesús es la figura más importante de la historia del cristianismo. Su vida es relatada en los Hechos de los Apóstoles y en sus propios escritos. Al parecer, nació en Tarso, en Asia Menor, hacia el año 10, en una familia judía de cultura griega. Su nombre es Saulo, que recibe en recuerdo del primer rey de Israel. Tras su conversión, lo cambiará por el de Pablo que significa “pequeño”. Parece haber sido un perseguidor de cristianos y haber participado en la dilapidación del primer mártir, el diácono Esteban. Pablo se convirtió con más de veinticinco años. Un día, en el camino de Jerusalén a Damasco, se vio cegado por un resplandor prodigioso. Caído al suelo, es interpelado por Cristo que le dice: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”. Este encuentro con Dios decide su conversión, convirtiéndose en el misionero más extraordinario y defensor de la nueva religión. Sus viajes de evangelización lo conducen a Asia Menor, a Chipre, a Grecia en el 50, donde predica en Atenas, en el Areópago, sin éxito. Finalmente llega a Roma. Pablo predica sobre todo a los gentiles, es decir, a los no judíos. Su apostolado itinerante dura aproximadamente un cuarto de siglo. En su condición de ciudadano romano, Pablo tiene el privilegio de ser decapitado, mientras que Pedro es crucificado como esclavo. Al haber separado definitivamente el cristianismo del judaísmo, y al haber llegado el Evangelio por todo el mundo romano y griego, Pablo es considerado como el fundador de la iglesia universal. Recibe el apelativo de apóstol aunque no conoció a Jesús. A los largo de la Edad Media, su culto va unido al de Pedro, y se dedicaran numerosas iglesias a los dos santos. Pablo es considerado como el patrón de los misioneros, de los cesteros y de los cordeleros. Es también el segundo patrono de la ciudad de Roma, después de san Pedro.
Pedro Apóstol
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Pescadores en el lago de Geneasaret, Pedro y su hermano Andrés son los dos primeros discípulos llamados por Jesús. Llamado inicialmente Simón, el mayor de los hermanos, recibe del Señor el nombre de Cefas que significa en la lengua Siriaca y caldea Pedro, signo de su papel en la construcción de la Iglesia futura. Para este momento, Pedro está casado con una mujer llama Perpetúa, hija de Aristibulo que era hermano de san Bernabé. Fue conocido entre los apóstoles como el hermano mayor y los evangelistas lo nombran como la cabeza de toda la iglesia. Incluso hasta la Ascensión, la vida de Pedro se confunde con la de Jesús pues está presente en todos los acontecimientos importantes de la vida de éste, especialmente los de la pasión, en la trasfiguración del monte Thabor, la resurrección de la hija de Jairo, príncipe de la Sinagoga, y en la oración del huerto. En algunos de los episodios relatos por los evangelistas, se destaca esencialmente el momento en que Jesús le señala a Pedro el lugar en el que debe extender su red para sacar los peces del mar y su resistencia a que éste le lavara los pies mientras estaban cenando. Después de Pentecostés, el apostolado de Pedro se desarrolla en Palestina y en Asia Menor, donde realiza números milagros y conversiones al cristianismo. Jefe de la primera comunidad cristiana de Jerusalén, es recluido en prisión por Herodes -quien hizo degollar a Santiago, el mayor, para ganar la voluntad de los judíos-, pero fue liberado por un ángel. En una fecha que la tradición sitúa en el 44, Pedro parte para Roma donde se queda hasta el final de su vida predicando el evangelio, reuniendo a los discípulos de Cristo y organizando la Iglesia romana de la que fue el primer obispo. A algunos de las personas más cercanas a su apostolado las envío a predicar a Italia, Francia, España, África y Sicilia. Su muerte se sitúa tanto en el 64 como en el 67, el mismo día que la de Pablo, después de la gran persecución anticristiana de Nerón. Pedro es crucificado. La leyenda narra que juzgándose indigno de experimentar la misma muerte que Cristo, habría pedido que lo crucificaran cabeza a bajo.